Heme aquí al borde del espacio y lejos de las
          circunstancias
          Me voy tiernamente como una luz
          Hacia el camino de las apariencias
          Volveré a sentarme en las rodillas de mi padre
          Una hermosa primavera refrescada por el abanico de las alas
          Cuando los peces deshacen la cortina del mar
          Y el vacío se hincha por una mirada posible
          Volveré sobre las aguas del cielo
          Me gusta viajar como el barco del ojo
          Que va y viene en cada parpadeo
          He tocado ya seis veces el umbral
          Del infinito que encierra el viento
          Nada en la vida
          Salvo un grito de antesala
          Nerviosas oceánicas qué desgracia nos persigue
          En la urna de las flores impacientes
          Se encuentran las emociones en ritmo definido
           
          De Tout- à- coup, 1925
          Traducción de José Zañartu